sábado, 24 de julio de 2010 | By: Ashleth

Duquesa


Debí haber escrito ésto el día 20 de Julio de 2010, un día triste y difícil para mi familia y para mi...

Tenía cáncer...

Su pequeño cuerpo invadido de esta horrible enfermedad; ya no comía, ya no dormía, ya no se levantaba, pero seguía alegrándose al vernos llegar. Fue terrible la noticia de que ya no se podía hacer nada por ella, que de darle tratamiento, retardaríamos su sufrimiento, no lo podíamos permitir. Cuando amas a alguien, lo que menos quieres es verlo sufrir.

Se tomó la decisión, fue difícil hacerlo, me dieron la oportunidad de despedirme, le pedí perdón por lo mal que lo hice con ella, le agradecí infinitamente su dedicación a nosotros, le agradecí la felicidad que nos había dado y le prometí que iba a estar bien, que ya no le iba a doler. Le dije que la amaba y que pronto nos volveríamos a ver.

Fue una noche de agonía para todos... Mi madre fue la que le explicó lo que iba a pasar y el por qué teníamos que hacerlo... "Derramó dos lágrimas"... Y eso es algo que parte el alma... A las 10:00am él llegó. Mi corazón latió a mil por hora y nadie pudo decir nada, sólo nos miramos unos a otros... Fue horrible tener que sacarla de casa, le besé su cabecita y le dije "Gracias", se recostó en el pasillo, mi mamá la sostuvo, le aplicaron un sedante, él le dijo, "Chiquita, te vas a dormir"... Y entonces el final llegó. Sólo puedo decir que no se resistió y mantuvo su mirada hacia mi hermana...

Mi Quesus, mi Quesita, mi Diquens, mi amada perrita... Siempre se acercó de la manera más sutil cuando me veía triste o cuando veía lágrimas salir de mis ojos, me levantaba su patita como diciendo "No te preocupes, aquí estoy, todo va a estar bien". Siempre estuvo dispuesta a jugar, jamás mordió, adoptó a mi gatita Nyu, que seguramente ahora estará con ella, aceptó y en parte educó a Tiara, siempre le compartió todo, incluso comía menos para que Tiara pudiera comer más, nunca fue tosca, siempre respetaba a los invitados, nunca se escapó... Eso es una mínima parte de lo hermosa que era ella y del enorme corazón que tenía.

Algo que nunca olvidaré, fue la vez que nos la robaron y la fueron a tirar lejos de casa, simplemente por maldad, la buscamos día y noche, pegamos letreros por todas partes, mi coche incluso traía los carteles pegados en las ventanillas traseras, no perdíamos la esperanza... Llegó un día en que recibí una llamada "Encontramos a la perrita" brinqué de la cama! Pregunté dónde estaban, era a unos pocos kilómetros de aquí... Le avisé a mi familia, tomé el dinero que me dijo mi papá y corrí a donde me dijeron... Al principio creí que era una trampa, porque era un lugar solitario y con pasto muy alto... Me acerqué con cautela y ahí estaba! Me vio, se levantó de inmediato y corrió hacia mi! Nunca se subía a los carros y ese día le abrí la puerta, saltó y se metió gustosa... Yo no lo podía creer, pero ahí estaba...

La extraño y no dejo de llorarle, pero a la vez agradezco que ya no sufra. Era, es y siempre será una más de mi familia.

Te amo Diquens.